Identificación de amenazas comunes a la seguridad inalámbrica.

La seguridad en las redes inalámbricas es sumamente importante, por la facilidad con que cualquiera puede encontrarlas y acceder a ellas. Cualquier persona con una computadora portátil puede encontrar fácilmente el punto de acceso inalámbrico de nuestra red inalámbrica, pudiendo así ingresar en nuestros archivos, utilizar nuestra conexión a internet, obtener datos importantes que se transfieran en la red inalámbrica, etc.


La seguridad debe ser una prioridad para cualquiera que utilice o administre redes. Las dificultades para mantener segura una red conectada por cable se multiplican con una red inalámbrica. Una WLAN está abierta a cualquiera dentro del alcance de un punto de acceso y de las credenciales apropiadas para asociarse a él. Con un NIC inalámbrico y conocimiento de técnicas de decodificación, un atacante no tendrá que entrar físicamente al espacio de trabajo para obtener acceso a una WLAN.
En este primer tema de esta sección, describimos cómo evolucionaron las amenazas de seguridad. Estas preocupaciones de seguridad son incluso más significativas cuando se trata con redes de empresas, porque el sustento de vida de la empresa depende de la protección de su información. En estos casos, las violaciones a la seguridad pueden tener graves repercusiones, sobre todo si la empresa guarda información financiera relacionada con sus clientes.
Hay tres categorías importantes de amenaza que llevan a acceso no autorizado:
  1. Buscadores de redes inalámbricas abiertas
  2. Piratas informáticos (Crackers)
  3. Empleados

"Búsqueda de redes inalámbricas abiertas" se refería originalmente a la utilización de un dispositivo de rastreo para buscar números de teléfonos celulares para explotar. Búsqueda de redes inalámbricas abiertas, ahora también significa conducir alrededor de un vecindario con una  computadora portátil y una tarjeta de cliente 802.11b/g en búsqueda de un sistema 802.11b/g no seguro para explotar.
El término pirata informático originalmente significaba una persona que explora a fondo los sistemas de computación para entender y tal vez explotar por razones creativas, la estructura y complejidad de un sistema. Hoy en día, los términos pirata informático y cracker describen a intrusos maliciosos que ingresan en sistemas como delincuentes y roban información o dañan los sistemas deliberadamente. Los piratas informáticos con la intención de dañar son capaces de explotar las medidas de seguridad débiles.
La mayoría de los dispositivos vendidos hoy en día están preparados para funcionar en una WLAN. En otras palabras, los dispositivos tienen configuraciones predeterminadas y pueden instalarse y utilizarse con poca o ninguna configuración por parte de los usuarios. Generalmente, los usuarios finales no cambian la configuración predeterminada, y dejan la autenticación de cliente abierta, o pueden implementar solamente una seguridad WEP estándar. Desafortunadamente, como mencionamos antes, las claves WEP compartidas son defectuosas y por consiguiente, fáciles de atacar.
Herramientas con propósito legítimo, como los husmeadores inalámbricos, permiten a los ingenieros de red capturar paquetes de información para depurar el sistema. Los intrusos pueden utilizar estas mismas herramientas para explotar las debilidades de seguridad.


Un punto de acceso no autorizado, y por tanto “vulnerable”, puede poner en peligro la seguridad de la red inalámbrica y dejarla completamente expuesta al mundo exterior. Para poder eliminar este amenaza, el responsable de red debe primero detectar la presencia de un punto de acceso vulnerable y, a continuación, localizarlo.
Los dos métodos más comunes de localización de puntos de acceso vulnerables son el de convergencia y el de vectores. Ambos métodos presentan ventajas, pero requieren herramientas distintas. Conociendo estos procedimientos, el responsable de red podrá garantizar la seguridad de la red inalámbrica.
Localización
Un punto de acceso “vulnerable” puede poner en peligro la seguridad de la red inalámbrica. Se dice que un punto de acceso es vulnerable cuando éste es instalado por un usuario sin el conocimiento o aprobación del responsable de la red. Por ejemplo, un empleado trae su router inalámbrico a la oficina para tener acceso inalámbrico en una reunión. O bien, otra posibilidad con peores intenciones, es que alguien ajeno a la empresa instale un punto de acceso a la red para obtener conexión gratuita a Internet o para acceder a información confidencial. En cualquiera de los casos, estos puntos de acceso no autorizados carecen de la configuración de seguridad adecuada, bien por ignorancia o de manera intencionada. La red de la empresa queda totalmente expuesta al mundo exterior por culpa de estos puntos de acceso.
Los responsables de redes disponen de diferentes soluciones que facilitan la detección de los puntos de acceso vulnerables de la red. Sin embargo, la identificación de una vulnerabilidad no es más que la mitad del trabajo. El responsable de red debe a continuación localizar la ubicación de dicho punto de acceso. Una vez localizado, puede eliminarlo de la red o reconfigurarlo de acuerdo con los parámetros de seguridad adecuados.
Los dos métodos más utilizados para localizar puntos de acceso vulnerables son el de convergencia y el de vectores. El método de búsqueda utilizado depende de las herramientas de que se dispongan.


En criptografía, un ataque man-in-the-middle (MitM o intermediario, en español) es un ataque en el que el enemigo adquiere la capacidad de leer, insertar y modificar a voluntad, los mensajes entre dos partes sin que ninguna de ellas conozca que el enlace entre ellos ha sido violado. El atacante debe ser capaz de observar e interceptar mensajes entre las dos víctimas. El ataque MitM es particularmente significativo en el protocolo original de intercambio de claves de Diffie-Hellman, cuando éste se emplea sin autenticación Posibles subataquesEl ataque MitM puede incluir algunos de los siguientes subataques:
Intercepción de la comunicación (eavesdropping), incluyendo análisis del tráfico y posiblemente un ataque a partir de textos planos (plaintext) conocidos.
Ataques a partir de textos cifrados escogidos, en función de lo que el receptor haga con el mensaje descifrado.
Ataques de sustitución.
Ataques de repetición.
Ataque por denegación de servicio (denial of service). El atacante podría, por ejemplo, bloquear las comunicaciones antes de atacar una de las partes. La defensa en ese caso pasa por el envío periódico de mensajes de status autenticados.
MitM se emplea típicamente para referirse a manipulaciones activas de los mensajes, más que para denotar intercepción pasiva de la comunicación.
Defensas contra el ataque La posibilidad de un ataque de intermediario sigue siendo un problema potencial de seguridad serio, incluso para muchos criptosistemas basados en clave pública. Existen varios tipos de defensa contra estos ataques MitM que emplean técnicas de autenticación basadas en:
Claves públicas
Autenticación mutua fuerte
Claves secretas (secretos con alta entropía)
Passwords (secretos con baja entropía)
Otros criterios, como el reconocimiento de voz u otras características biométricas
La integridad de las claves públicas debe asegurarse de alguna manera, pero éstas no exigen ser secretas, mientras que los passwords y las claves de secreto compartido tienen el requerimiento adicional de la confidencialidad. Las claves públicas pueden ser verificadas por una autoridad de certificación (CA), cuya clave pública sea distribuida a través de un canal seguro (por ejemplo, integrada en el navegador web o en la instalación del sistema operativo).




En seguridad informática, un ataque de denegación de servicio, también llamado ataque DoS (de las siglas en inglés Denial of Service), es un ataque a un sistema de computadoras o red que causa que un servicio o recurso sea inaccesible a los usuarios legítimos. Normalmente provoca la pérdida de la conectividad de la red por el consumo del ancho de banda de la red de la víctima o sobrecarga de los recursos computacionales del sistema de la víctima.


Se genera mediante la saturación de los puertos con flujo de información, haciendo que el servidor se sobrecargue y no pueda seguir prestando servicios, por eso se le dice "denegación", pues hace que el servidor no dé abasto a la cantidad de usuarios. Esta técnica es usada por los llamados Crackers para dejar fuera de servicio a servidores objetivo.

Una ampliación del ataque Dos es el llamado ataque distribuido de denegación de servicio, también llamado ataque DDoS (de las siglas en inglés Distributed Denial of Service) el cual lleva a cabo generando un gran flujo de información desde varios puntos de conexión.

La forma más común de realizar un DDoS es a través de una botnet, siendo esta técnica el ciberataque más usual y eficaz.

En ocasiones, esta herramienta ha sido utilizada como un notable método para comprobar la capacidad de tráfico que un ordenador puede soportar sin volverse inestable y perjudicar los servicios que desempeña. Un administrador de redes puede así conocer la capacidad real de cada máquina.

Las WLAN 802.11b y g utilizan la banda 2,4 GHz ISM sin licencia. Ésta es la misma banda utilizada por la mayoría de los productos de consumo, incluyendo monitores de bebé, teléfonos inalámbricos y hornos de microondas. Con estos dispositivos que congestionan la banda RF, los atacantes pueden crear ruido en todos los canales de la banda con dispositivos comúnmente disponibles.


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